Llevo unos días con ella, en casa, pero lo cierto es que la veo poco.
Anda atareada y con el semblante un poco serio, me parece que la güela nosta muy bien y claro ella está algo sosilla pa liarse en juegos y follón.
Lo cierto es que con la calor que ha hecho yo me he conformado con estar estirado en el balcón cotilleando el movimiento del barrio y avisando a cualquier peludo que cruzara por radio de visión, de que Don Coffee estaba en casa otra vez. Eso me suponía un berrido de Ella mandándome padentro y puerta cerrada por un rato largo.
Me he controlado bastante porque se estaba bien en la terraza, tengo la lengua escocía por mordermela pa no ladrar too lo que me apetecía.
Un día fuimos a ver a la guelita.... pero ná, me parece que apenas se acordaba de mí y eso que me acariciaba con su habitual mimo, pero.... sí, estaba pachuchita.
Seguro que se recupera y puedo ir a verla dentro de unas semanas. Con la alegría que me lleve cuando me enteré de que se venía a vivir tan cerquita nuestro!!!

1 comentario:
No te preocupes Coffee, todo se irá arreglando poco a poco.
Yo gruño mucho cuando me gritan por ladrar.Eso también desahoga.
Muchos lams
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