
Llevamos ya dos ferias, no se cual decir que es mejor o peor. La una tenía el encanto del galopar libre por las mañanitas antes de entrar al edificio enmoquetado donde pasábamos la mayor parte del día y en la que venían los coleguillas de ellos a visitarme. Soy casi una institución, llevamos tres añitos yendo y hasta los estirados seguratas de la feria son amigos míos y eso que tienen orden de no dejar pasar perros, pero como les dijeron los jefazos: el Coffee es el Coffee, un expositor más.
Por allí como no hay riesgo de toparme con otros perros, me dejan suelto hasta que llegamos a la puerta de la calle. Me se todos los caminos que llevan al exterior y con que ella me diga “por ahí” yo ya se si vamos a la puerta de cristal, al portalón o al la puertita de emergencia y se con qué miradas me encontraré en el camino, todos me dedican lindeces al ver como llevo mi correa hasta que noto el aire fresco en el hocico.
Lo malo que tiene es que están muy atareados y no me pueden hacer todo el caso que me hacen en esta otra que es en exterior, donde no paran de pasar peludos que me encienden el oremus y por consiguiente me llevo la bronca pertinente, pero como tenemos ratos muy largos de tranquilidad absoluta, aprovecho para que me soben o me acurruquen en sus brazos mientras me entretengo con la espera de que asome otro ejemplar para ladrarles un poco y así poner salsita a mi vida perruna.
Lo cierto es que están muy cariñosos, será porque me ven un poco ñoñote, con ganas de notar sus manos encima. Eso de que el mundo mundial se ande con tanto futboleo eufórico me tiene cabreado y acojonao. Cada vez me gustan menos los ruiditos que salen de la caja de ruidos y los que se oyen en la calle después de un Goooooooooooooooolllllllllllllll blaugrana. Tengo ganas de que se acabe la liga y que tengan de una vez la codiciada copa de campeones. Me alegro por ellos, por los colores del club y por mi vena culé, pero es joiooo aguantar sus festejos.
Falta poquito, una semana…. A ver que tal va el finde que viene, con o sin feria, todavía no lo sé, en esta casa se improvisa a cada momento…. Me llevan loquito.
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