
Hoy me ha estado arrancando los pelos tirón a tirón, con esas púas que dicense llamar peine. Peine??? si eso es como una escarpia que no corre por el pelo ni de coña y menos si es que se te han enganchado dos millones de minúsculas espigas primaverales.
Sé que pretendía sacármelas para que no me pincharan, pero no sé si ha sido mejor el remedio que la enfermedad. ¡Me ha arrancado tantos pelos como para hacer un mullido cojín!
Ya me gustaría a mí que se revolcara conmigo por la “traidora” pradera y luego se acicalara como lo hace conmigo…. ya veríais como usaba otras artimañas para desparasitarse de la invasión de cañitas primaverales.
Agrrrrrrr.
1 comentario:
Odio ese peine. Bueno, cualquier peine. Ya me gustaría darme revolcones en alguna pradera. Sólo me llevan de vez en cuando. Sniff
Publicar un comentario