Ayer me llevaron a sesión escaleras sube y baja. Estan un poco tocaos esta pareja y me agotan. De tanto en tanto se colocan uno arriba de la empinada cuesta en la que hay como 100 escalones o más y el otro sentando al final y ¡hala! mandan al menda parriba y pabajo para que haga kilómetros. Menos mal que cuando llego a uno o a otro me tienen preparada una chuche, eso sí, mandando como siempre: ¡Sientate campeón! y mientras me la como, sentao como una estatua me sobetean el lomo y yo encantao, claro. Dicen que todo sea para que no me salga tripota. Me lo paso muy bien, corro como un galgo rellenito, siempre me ha gustado eso de contar escalones.
Es una zona donde hay un manto enorme de hiedra, jo allí sí que disfruto, hay sitios que ni se me ve de lo altota que está y salgo pringao, pringao... Está fresquita y huele... ummmss.. como huele a miles de bichos que no se como se llaman. No, no me los como pero los olisqueo. De momento son mis amigos porque ninguno me ha picado ni se ha querido venir conmigo a casa. Como lo intenten verán mi cara más "salvaje" porque a mi casa sólo llevo lo que a mi me apetece... buenoooooo... una vez o dos, lleve garrapatas, pero porque sabía que como me picaran la diñarian... jeje... y así fué. Ella muertita de asco lo llamó a Él y ¡zas!, arrancadas y fulminadas. Son azquerozas, sí!!!!
Ahora no sé que se llevan entre manos de ponerme una vacuna contra el mósquito ese asesino.
Martirizado me tienen, que ayer me pusieron la de la rabia y esa la tetranosequé. Dos pinchazos del copón que me tienen algo atontao.
En fin.... vida de perro.
1 comentario:
Coffe, en casa también están pensando en lo de la vacuna esa. No lo tienen muy claro que funcione. Uff qué mal rollo los pinchazos......
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