Llevo mucho tiempo sin hacerla sentar aquí para que me haga de secretaria.
Ha andado muy atareada en eso que llaman “ganarse los garbanzos”. Sé que hasta que no pasa la época esa en la que están muchas calles de la ciudad con el techo lleno de bombillas de colores y ella deja de llevar el uniforme de “hombre de las nieves” no está para complacerme a jornada completa.
Hemos estado unas semanas como en primavera, en el dulce hogar premianense, apoltronándome tras el cristal a ver si pasaba algún elemento vivo que me hiciese saltar el aviso de “aquí estoy yo”, llevándome la consabida bronca aunque ahora sé que si ladro poco hasta me abre el balcón para que se me pase el telele. Me cuesta pero lo intento, eso siempre tiene recompensa.
También he retomado el estar durmiendo junto a ella, mejor dicho encima de la mesa en la que ella estudia o trabaja, con el monótono sonido de las teclas, con alguna que otra caricia que se le escapa al verme tan “güenin” mirándola, otras veces cuando se trae cosas para picotear me alarga alguna, joooo que buenas están las cosas de los humanos.
Eso lo disfruto más en casa de Maribel, ella si que sabe lo que me gusta y como no puede resistirse a mi mirada pues hale…. siempre cae algo.
Ando muy saltimbanqui y ella me motiva pero es un poco bruta y pretende que suba cosas que con cierta facilidad bajo, como por ejemplo la mesa, claro que puedo subirla pero cuando no me pienso mucho el morrazo que me puedo dar contra el borde si no doy bien el salto, eso pasa cuando arriba hay algo motivador: una golosina, un hueso sintético o mi juguete favorito.
También pego un salto de vértigo en el parque pero subirlo… uffff, pocas veces. Cuando oigo: Coffee sube, mira que tengo, entonces cojo carrerilla y zaca, aunque sea en dos veces, intento llegar a la cima empinadísima…. Otras que me noto más torpe … nanaidelachina… estiro de la correa y subo por la pendiente prudente que hay a unos metros.
Es divertido pasear por Premia…, sobre todo cuando vuelvo después de estar un tiempo out.
Hay miles de olores perrunos que han borrado mi estancia en el barrio así que tengo mogollón de trabajo para avisar a todos de mi vuelta.
¡¡¡¡Y esas siestas!!! ¡Ayy cómo disfruto esas siestas con ella hecha un cuatro y yo arrebujado contra su vientre, con su mano acariciándome dulcemente hasta que cae dormida!!! Qué sueños mas chulis tengo entonces. Me salen los suspiros desde lo mas hondo, ronroneo como un gato (eso me lo dice ella) y duermo como una piedra, alguna vez debo roncar porque me despierto sobresaltado por mi mismo ruido, creo que eso también le pasa a Robert y se parten de risa cuando me pillan en ello.
Y por las noches esa mano de Robert en mi pescuezo….¡¡¡ Me derrite!!! Me coloco de forma que desde su butaca estire la mano y empiece a acariciarme, veo la tele con él tanto tiempo como él quiera, a veces puede ser más de una hora, ronroneo al segundo y no veáis lo que me cuesta no caerme dormido, a veces cabeceo pero vuelvo a ponerme más tieso que un ocho para que siga.
Tiene unas manos que son balsámicas, calidas y ¡tan acogedoras! que estaría todo el día buscándolo para que me sobara.
Ya muy tarde acabo dormido en el sofá pero a la que oigo el cris-cras de la bolsita de plástico pego un salto, se me pasa el sueño y empiezo a dar saltos para que vea que estoy más que listo para que bajemos al último paseo. Con él siempre paseo relajado, me deja ir por donde quiero, un buen rato aunque haga frío.
Son formas de pasear bien distintas pero con todos me lo paso pipa, lo mío es la calle….. bueno, lo mío es todo mientras esté con ellos, esa es la verdad.
El “ELLOS” son ellos cuatro, los que me cuidan, me miman y a los que les muevo el rabo con verdadero revuelo y pasión.
Hace unos días que me llevaron a cortar el pelo, me han quitado mi moderno flequillito, ahora estoy muy normalillo, a ella no le gusto mucho, le gusta verme con el look algo metrosexual…. Con lo machorro que yo soy, joer, en vaya manos he ido a caer.
Crecerá el pelo, espero que me lo dejen hasta después de ir a vender a ese sitio que hace tanto frío, ese que también tiene las luces en el techo de las calles.
Ahora se han ido otra vez, oí que a Sevilla. Ya me gustaría que me llevaran con ellos, no fue tan grave este verano, me porté la mar de bien o eso decían pero claro, allí teníamos un hogar, me parece que ahora solo tienen tristes habitaciones en hogares con largos pasillos llenos de puertas a las que les cuelga una plaquita con un número. Ellos sabrán, seguro que de poder llevarme, lo harían.
Yo cuando veo que hay trajín rellenando maletas, ya sé que me toca cambio de casa, me pongo triste, algo ñoño, ellos lo notan y me miman… otras veces me altero agitado y refunfuñon pero en honor a la verdad, tengo que decir que aunque me cueste despedirme cuando me cambian a la mano de mi querida Maribel o Uri, luego estoy la mar de bien, es como ir de vacaciones, contemplado, con juguetes que suenan como si estuviera en una feria de caballitos, comiditas especiales y a la carta, paseo en los que ladro a tooo quisqui que tenga pelo, allí les puedo decir que soy un mandón… no como con ella que la mandona es ella y me lleva más firme que un palo, jeje…..eso delante de ella negaré que lo he dicho, upsss a ver si me coge manía…. Jejejeje… eso imposible, ya lo sé!!!! Soy el niñito de sus ojos por los siglos de los siglos…. Guauuu, guauuu.
Bueno, a ver si vienen pronto y me lleva al pipican es diver ir allí. Salgo hecho un Adan y alguna vez no se como me libro de no salir con el tajo hecho por un bocao de alguno de aquellos elefantotes que andan por allí… así y todo eso de andar en el amago de medir fuerzas es muy gratificante…. Pequeño pero matón, esa es la parida que sueltan los que andan por allí pero lo que ellos no saben, es que no ladro o me pongo chulo si no es que me han provocado…. Ella es testigo de eso, por eso me sigue llevando, de otra forma, fijo que me quedaba sin esas pequeñas incursiones en el mundo perruno.
Que los echo de menos, sé que aparecerán en cualquier momento, ya me estoy acostumbrando a estos “paquí y pallá”.
Desde aquí, moviendo el rabo, les mando muchos lametones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario